Estrategias de Mantenimiento

Una estrategia de mantenimiento es una metodología diseñada para lograr los objetivos de la empresa en cuanto a mantenimiento. Se puede elegir una gran variedad de estrategias que serán adoptadas por los responsables de la gestión, justificada con los objetivos y metas a lograr por la empresa.

En la actualidad, se pueden considerar a grandes rasgos al menos cinco estrategias generales del mantenimiento por vertiente:

Estrategia Correctiva:Consiste en reparar los equipos solo cuando han fallado. Esta estrategia se justifica cuando esperar el fallo es más rentable que anticiparse al mismo.

Estrategia Condicional: Consiste en hacer observaciones y pruebas a los equipos para conocer su condición y a partir de la información obtenida mediante el uso de las técnicas de monitoreo de condición para así tomar otras acciones planeadas de mantenimiento.

Estrategia Sistemática:Consiste en hacer intervenciones programadas para realizar cambios de componentes y lubricantes cada cierto tiempo. Esta estrategia se justifica cuando se necesita alcanzar cierto grado de confiabilidad y resulta más económica que la Estrategia Condicional. 

Estrategia de Alta Disponibilidad: Consiste en hacer mantenimientos generales con poca afección de la producción y que garanticen un funcionamiento continuo por el mayor tiempo posible, (el objetivo generalmente es mantener el equipo en marcha durante largos periodos de tiempo). Esta estrategia se justifica generalmente cuando la producción total esta vendida y un paro genera grandes pérdidas. 

Estrategia de Alta Disponibilidad y Confiabilidad: Consiste en garantizar no solo la mayor disponibilidad, sino, que también es importante una alta confiabilidad (usualmente, es necesario aplicar ingeniería y análisis como los causa raíz, modos de fallo, etc.). La implementación de esta estrategia se justifica cuando la confiabilidad no solo es una cuestión de dinero, sino que una falta de confiabilidad implica grandes penalidades o pérdidas humanas. 

Completa y continúa